La industria de la pérdida de peso es inmensa en América y eso es en gran parte debido a que la gente no obtiene resultados a largo plazo. Por lo tanto van de plan en plan con la esperanza de encontrar una respuesta mágica... gastando mucho dinero en el proceso.
Para mí, la pérdida de peso a largo plazo es poco probable que suceda mientras la gente tenga problemas emocionales sin resolver que se manifiestan como agitación personal y reclaman ser tranquilizados con comida, comida y mas comida. Este artículo por John Garret, muestra esta idea hermosamente.
Por John R. Garrett
Una clienta, la llamaré Tina, vino a mí frustrada con falta de progreso en su asunto de peso. Ella era mórbidamente obesa, y había estado haciendo dieta y haciendo ejercicio intensamente por seis semanas sin mucho que mostrar por sus esfuerzos.
El día antes de que viniera a mi, ella había tenido una confrontación con su hermana mayor, Liz, quien era una físico- culturista de competencia y entrenadora personal. Le había preguntado a Liz que hacer con el dolor de rodillas por hacer flexiones y le dio una saludable charla sobre sus antiguos hábitos alimenticios. Luego la reprendió por sus escogencias alimenticias durante la infancia y la criticó por permitir que su hijo también tuviera sobrepeso. Sus afirmaciones fueron justificadas con “yo no quiero herir tus sentimientos, pero…”
Mi clienta estaba muy dolida por las críticas no solicitadas de Liz y se puso a la defensiva y enojada con la respuesta de Liz. Liz también respondió con rabia y a la defensiva, lo que creó una inmensa y fea confrontación.
Para cuando Tina me expresó sus sentimientos, ella estaba lista para rendirse ante la idea de estar esbelta y delgada, y sintió que solo debía aceptar el juicio de su hermana. El hecho de que no podía recordar lo que había desayunado, pero que Liz le reclamara lo que ella había comido de niña hace 35 años, la hizo ponerse increíblemente consciente de sí misma. Sintió vergüenza de que le dijeran que dejara de echarle la culpa a la genética por sus asuntos de peso (ellas venían de una larga línea de gente grande) y estaba dolida de que le dijeran que ella y su hijo eran gordos simplemente porque comían demasiado. Mi clienta estaba enojada, pero más aún se sentía avergonzada y vencida. Cargaba con una inmensa culpa por los asuntos de peso de su hijo adolescente y estaba aterrada de que parecía estar siguiendo sus pasos de sobrepeso. La confrontación con su hermana confirmaba su culpa, y le había robado la energía y el impulso para continuar ejercitándose y seguir un programa de dieta. Desconsolada estaba lista para rendirse.
La decisión de trabajar conmigo no vino directamente de trabajar para resolver los asuntos de peso, sino de las visiones que tuvo la tarde después de la confrontación. Estaba tan perturbada con estas visiones que supo instintivamente que algo más que el solo exceso de comer estaba sucediendo.
Tina se había tirado en la cama desconsolada luego de la confrontación con su hermana. Ella estaba adormilada, pero no dormida. Mientras estaba en lo que ella llamaba alpha, o estado de auto-hipnosis, se visualizó como una niña, con Liz, quien era tres años mayor, parada junto a su cuna. Liz se le acercó a través de las barras de la cuna y pellizcó a Tina fuertemente en los brazos y las piernas, intencionalmente, haciendo llorar a Tina. Su sensación fue que Liz estaba intensamente celosa del nuevo bebé, y quiso hacerle daño por perturbar su vida y la relación de Liz con su madre. Luego Tina tuvo repetidas visiones de su hermana tapándole la boca y la nariz con su mano, tratando de asfixiarla. Varias visiones surgieron de Liz colocando una almohada sobre la cara de Tina, lo que causó que Tina luchara con pánico.
Estas visiones sobresaltaron y aterraron a Tina, y fue la causa principal por la que decidió buscar ayuda. Tina ha estudiado hipnoterapia y entiende que esas visiones pueden o no ser “reales”. Ella está de acuerdo con que a la mente no le importa si realmente ocurrieron o si son simplemente creación de la psique para explicar sus sentimientos sobre su hermana. El hecho era que, para ella eran muy reales, y eso era lo que importaba.
Tina compartió que unos años antes su madre le había dicho que Liz siempre había estado celosa de ella. Liz todavía tiene asuntos de celos hasta el día de hoy. La madre de Tina le dijo que ella era una niña muy linda y sociable, mientras que su hermana mayor era tosca y penosa. Esta actitud sociable y feliz hizo que Tina obtuviera más atención de los invitados y miembros de la familia, y le hizo ganar su apodo “Burbujas”. Tina también tenía un pelo largo rubio claro que llamaba la atención de casi todo el que la veía. Por otro lado, su hermana mayor, tenía poco pelo y fino, y era casi calva hasta los diez años. Cuando Tina tenía cinco años, su madre, exasperada por los celos de su hermana mayor, le cortó a Tina su bello pelo, extremadamente corto para que se pareciera a las mechas poco atractivas de su hermana.
A medida que crecía, Liz se volvió obsesiva con su cuerpo y apariencia y siempre estaba a dieta y haciendo ejercicio. Tina estaba involucrada en muchas otras actividades y prestaba poca atención a su cuerpo, hasta que de adolescente mayor, comenzó a ganar peso. Como adulta Tina admiraba y apreciaba a su hermana, y sentía orgullo cuando la animaba en las competencias de físico- culturismo. Tina que se estaba volviendo más y más obsesiva, también sentía intensa vergüenza cuando atendía a estos eventos, debido a que estaban tan focalizados en las apariencias y el físico.
Comenzamos nuestro trabajo con la afirmación:
“Aunque tengo sobrepeso, yo me quiero y me acepto completa y profundamente”
Con tres rondas de tapping, su intensidad del 0 al 10 bajó de un 10 a un 2. Tina bostezó repetidas veces durante el tapping. Seguimos…
“Aunque tengo el recuerdo de Liz pellizcándome…”
“Aunque tengo el recuerdo de Liz asfixiándome con su mano…”
“Aunque tengo el recuerdo de Liz asfixiándome con la almohada…”
“Aunque Liz trató de matarme…”
“Aunque mi madre me cortó el pelo para que Liz se sintiera mejor consigo misma…”
“Aunque Liz me odia…”
“Aunque yo odio a Liz…”
“Aunque odio ser opacada para que Liz se sienta bien…”
“Aunque tengo que ser opacada o Liz me mata…”
“Aunque tengo que mantenerme gorda para hacer que Liz se sienta bien y no me mate…”
Los bostezos continuaban, y Tina se quejó de estar increíblemente cansada. Quiso parar varias veces. Sin embargo continuamos hasta que no había carga respecto a los pensamientos de su hermana.
Luego hicimos tapping por lo siguiente:
“Escojo ser delgada y esbelta…”
“Es seguro ser delgada y esbelta…”
“Es fácil para mi hacer buenas elecciones y seguir mi plan para estar delgada y esbelta…”
Tina estaba obviamente exhausta. Dijo que ya no podía hacer nada más, se fue y fue directo a la cama. Reportó que durmió toda la noche hasta el día siguiente, por un total de 13 horas de sueño.
Al día siguiente, estaba impresionada de encontrarse relajada y contenta. Tenía poca o ninguna reacción a los pensamientos acerca de su hermana, y retomó su plan de pérdida de peso con optimismo y vigor. Ella ha estado de acuerdo en hacer tapping a diario por cualquier incomodidad que pudiera surgir de los pensamientos por su hermana, y hacer tapping para aceptar a un nuevo YO más delgado. Ella ha liberado un miedo y dolor de toda la vida respecto a su hermana, y ahora tiene las herramientas y confianza en sí misma para lograr sus metas de pérdida de peso.
John Garett
Traducido por Elisa García Gómez
