Traducido por Marcela Jáuregui, con permiso de EFTUniverse

Estaba de vacaciones con algunos amigos. Una tarde, uno de los muchachos tuvo un tirón en la espalda levantando pesas en el gimnasio. La parte baja de la espalda de Steve le dolía tanto que no era capaz de caminar normalmente y le resultaba muy incómodo incluso cuando solo estaba sentado.

Aunque es importante chequear las lesiones físicas con un médico calificado, no había un doctor cerca en el momento para ayudar y yo quería ayudarlo a encontrar un poco de alivio inmediato.

Primero hice que Steve me describiera el dolor exactamente –dónde se localizaba en su espalda y qué tipo de sensación estaba teniendo. Resultó ser un "nudo apretado en la parte inferior izquierda de la espalda" con un nivel de intensidad de 7-8 sobre 10. Testeamos para ver qué emoción asociaría con el dolor de espalda, que fue "decepción de sí mismo".

Hicimos Tapping sobre el asunto en general por un rato:

 “Aunque estoy tan decepcionado de mí mismo por haberme tirado la espalda con esta pesa liviana, me amo y me acepto profunda y completamente”.

Le pedí a Steve que siguiera el nudo apretado en la parte baja de su espalda hasta la primera vez que recordara haber sentido ese tipo de dolor. Luego, a la cuenta de tres, le pregunté cuántos años tenía. Lo que surgió fue un recuerdo de una competición de levantamiento de pesas en la escuela media. Su barra había resbalado y él no había sido capaz de levantarla tanto como él -o su entrenador- había esperado.

Hicimos Tapping en la decepción de esa situación por decepcionarse a sí mismo y a su coach. Cuando chequeamos el dolor de espalda nuevamente, la intensidad había bajado a un nivel de 4-5 y había cambiado desde la parte izquierda de su espalda a ambos lados de su espalda.

Ya no quedaba más decepción en el dolor, pero él se sentía dudoso de que el Tapping estuviera funcionando. Aunque se sentía mejor, sentía que aún tenía que caminar de manera diferente para compensar la lesión en la espalda. Entonces hicimos Tapping sobre la idea de que su espalda podía sanar rápidamente (no requería varios días) y que ya no tendría que compensar su espalda lesionada con su caminar.

Para este momento, el dolor había bajado a un 1 o 2 y él estaba corriendo fácilmente por la habitación (a diferencia de tener dificultades aún sentado unos 20 minutos antes). De todos modos, aunque había habido una mejoría tan importante, él todavía dudaba de la idea de que su espalda pudiera realmente estar mejor. Entonces hicimos varias rondas más de Tapping sobre confiar en sí mismo (y su espalda) que estaba realmente curada.

Al final, después de esta sesión relativamente rápida, su dolor se había eliminado completamente y Steve no tuvo más problemas por el resto del viaje.